Testimoniando al film “Camino a Casa”
Una de las películas más bonitas que vi en estos últimos días fue “Camino a Casa” de Zhang Yimou, ¡que hermosa película!, una fantástica combinación de colores, de inocencia, gracia y ternura. La sonrisa de una doncella, casi campesina, casi niña, casi traviesa que vivía con su madre casi ciega. Me hizo saber y recordar que los hombres también gozamos del enamoramiento de una dama, que no hay límites en la magia de la conquista y más aun si se trata de un primer amor, donde la pureza del alma se manifiesta sin enredos, o con enredos pero limpia, pulcra, diáfana a fin de cuentas.
Un poco de argumento:
La historia comienza cuando un joven, que vive en la ciudad, cuya labor son los negocios, después de largos años vuelve a casa para el funeral de su padre, cuya casa se ubica en el campo; construida de adobes, de piedras, y donde viven escasos pobladores, ya ancianos también ellos, por que los hijos se van a la ciudad. Su madre, ya anciana ella, se encuentra postrado en el dolor y la nostalgia, y al ver a su hijo, se lanza a sus brazos entre lagrimas, “has vuelto le dice”; es ahí donde aparece la primera escena melancólica, algo que pasa en todas las familias, ¿cuántos hijos no se habrán marchado a la ciudad y dejado abandonados a sus padres en el campo?, se entera que su padre ha muerto por un ideal y que está muy lejos, en las cimas de una montaña de nieve, y que necesitan traerlo a la comarca para darle una digna sepultura, pero el camino es largo, peligroso y fatigante, que no pueden traerlo en andas como o en hombros como lo desea su madre, sino en un vehículo; pero su madre se resiste, dice que así sea que nadie les ayude, ella traerá a su amado y cumplirá su propósito, además teje un paño para que cubra la frente de su amado en el entierro, y pueda comenzar su viaje a la eternidad con este ultimo regalo, y así ante los ojos perplejos de su hijo permanece firme con su decisión, quien intenta descansar mirando una fotografía de su madre con su padre de hace mucho y explicarse el gran amor de su madre hacia su padre. Es acá donde empieza la dulzura de la película, que hasta entonces transcurría con escenas de color blanco y negro y sin banda sonora, pero la fotografía abre la entrada de una hermosa melodía, que lleva al hijo a recordar al pasado de sus padres y se abre como una especie de un telón para dar entrada a escenas de colores vivos en la pantalla con su padre llegando al campo, joven él, conduciendo una carroza llevada por unos caballos, “llega el profesor” dicen la gente de la comarca que se juntan en tropelía a su bienvenida; su madre, casi niña ella, sale a su encuentro con una sonrisa casi semidivina, y cuya belleza pareciera que solo apareciera en los sueños, una flor, una canción de otoño, su extraño pañuelo rojo hace de ella un centro de atracción y vista, el mira a ella, ella a él, se miran de lejos. Pasan los días, construyen la escuela donde enseñara el joven profesor, y cada familia de la comarca lleva un plato de comida para los que construyen la escuela, quien entre los trabajadores se encontraba el profesor, y es ahí donde empieza el enamoramiento de su madre hacia su padre: prepara los mejores platos, va escuchar todas las mañana escuchar su voz detrás de la escuela, lo persigue con la mirada para todos lados, hasta el día que logra recibirla en su casa…a decir verdad que linda escenas se muestra en la llegada del maestro a la casa de la doncella y ella, esperando en la puerta con su alegría y sonrisa de niña, una fotografía para nunca olvidarse, lo que viene después es el despido con promesa de volver y el sufrimiento de ella, la espera de ella, y puede uno cerciorarse hasta que limites puede enamorarse una adolescente, y más aun si se trata del primer amor, se ve escenas de cómo ella al no volver su amor trata de ir a la ciudad en su búsqueda, sin conocer, sin medir las consecuencias, y como se esperaba que sucediera se desmaya en el camino, pasan los días y ella esperándolo desde que amanece hasta que anochece, escenas tristes, es por ello se explica el amor que tiene ya anciana ella a su esposo difunto; es así cuando el vuelve y con la promesa de nunca más irse de ella, luego viene episodios previstos, se casan y son felices, pero ahora volviendo al mundo presente, donde la tragedia quiebra el corazón de ella, la atmosfera se vuelve de blanco y negro, y ella cumple su propósitos, porque esa era su amor, las honras a su esposo, porque a eso se llama amor, por que así debería de ser siempre. Y porque así sucede en la película, y porque la gente que los conoció les admiraron y porque en trajeron el cuerpo Camino a Casa, y porque mañana más tarde los dos permanecerán junto como estuvieron en esta vida…lindísima película.
Palabras finales:
No solamente están en el Cine Hindú las grandes películas románticas, o en los estrenos millonarios de Hollywood, China también nos entrega una de las mágicas películas, y con una forma especial de combinar colores, Zhang Yimou nos entrega una nueva forma distinta de presentarnos el pasado, que para muchos, es tenue, gris, apagado, representados a blanco y negro los recuerdos, pero Yimou nos hace ver que no, que el pasado es intenso, que cuando evocamos esos días, vivimos más que el presente y que mejor que recordarlos a colores, con todo sus matices, y Yimou hizo grandiosamente su representación, y para suma supo elegir el rostro ideal para estremecer la pantalla con su dulzura: la actriz Zhang Ziyi, convirtiéndose en la heroína de hermoso film.
Ficha técnica
Título Original: Wo de fu qin mu qin
Dirección: Zhang Yimou.
País: China.
Año: 1999
Duración: 89 min.
Intérpretes: Zhang Ziyi, Sun Honglei, Zheng Hao, Zhao Yuelin.